Cuando alcanzamos cierta edad, es común escuchar que "hemos perdido memoria". 

Sin embargo, a menudo esto se debe a problemas de atención que afectan nuestra memoria de manera significativa.

La memoria, entendida como nuestra capacidad para almacenar, retener y recuperar información, depende en gran medida de la atención. 

La atención selecciona los datos importantes que merecen ser guardados; si nuestra atención falla, es improbable que podamos recordar aquello que no hemos retenido correctamente en primer lugar.

Principales problemas de atención en adultos que afectan la memoria
La falta de atención tiene varias repercusiones negativas en los procesos de memoria:

· Almacenamiento deficiente de información: Una mala atención implica que la información se guarda de manera inadecuada, resultando en recuerdos incompletos o imprecisos.
· Transformación incorrecta de datos: Al prestar atención, transformamos lo que vemos, escuchamos, leemos o pensamos en un formato adecuado para ser almacenado en nuestro cerebro. Si esta atención es deficiente, la información no se guarda de manera precisa o completa.
· Recuerdos vagos y detalles omitidos: Cuando intentamos recordar algo que no hemos retenido bien debido a problemas de atención, encontramos recuerdos vagos o dificultades para acceder a detalles importantes.

Cómo los problemas de atención en adultos afectan nuestra memoria
"Se me olvida la medicación" y otras tareas.
Uno de los problemas más comunes de atención que afecta la memoria es nuestra capacidad de recordar la toma de medicamentos a horas específicas. Esto se refiere a la memoria prospectiva, que es crucial para la planificación y el cumplimiento de tareas diarias importantes. 

Para evitar estos lapsus, es útil dedicar unos minutos cada mañana a pensar en las tareas y tomas de medicación pendientes. Este pequeño hábito puede mejorar notablemente nuestra memoria al reducir los problemas de atención.

"Me cuesta aprender"
Otro aspecto en el que los problemas de atención afectan la memoria es el aprendizaje. En situaciones como cursos o charlas, nuestros pensamientos pueden interferir con las explicaciones, resultando en la típica sensación de no haber entendido nada. 

No siempre se trata de falta de conocimientos, sino de que nuestro diálogo interno impide que prestemos atención. 
Actividades como el mindfulness y ejercicios de escucha activa son excelentes herramientas para acallar este diálogo interno y mejorar nuestra capacidad de atención y, por ende, nuestra memoria.

Impacto emocional de la falta de atención en la memoria
La percepción negativa de nuestra salud mental, causada por problemas de atención y memoria, puede generar estrés y ansiedad. Este estado emocional a su vez repercute negativamente en nuestra capacidad de atención, creando un ciclo vicioso. Es vital trabajar en mejorar nuestra atención no solo para apoyar la memoria, sino también para mantener una buena salud emocional.

Estrategias para mejorar la atención y, por ende, la memoria
Para mitigar los problemas de atención y sus efectos en la memoria, existen varias estrategias efectivas:

· Ejercicio físico regular: La actividad física mejora la circulación sanguínea y la salud cerebral, favoreciendo tanto la atención como la memoria.
· Entrenamiento mental: Realizar actividades que desafíen nuestro cerebro, como puzzles, juegos de memoria o aprendizaje de nuevas habilidades, puede fortalecer nuestras capacidades cognitivas.
· Meditación y mindfulness: Estas prácticas ayudan a mejorar la concentración y a reducir el estrés, lo que tiene un impacto positivo en nuestra atención.
· Hábitos de sueño saludables: Un buen descanso es fundamental para la consolidación de la memoria y para mantener niveles óptimos de atención durante el día.
· Importancia de la atención en la vida diaria

La atención es crucial para muchas tareas cotidianas, como cocinar, tomar decisiones económicas, y seguir tratamientos médicos. 

Los problemas de atención se traducen directamente en problemas de memoria, lo que puede acarrear consecuencias emocionales y sociales significativas. 

Al comprender la relación entre atención y memoria y al aplicar estrategias para mejorar la atención, podemos mitigar estos problemas y llevar una vida más plena y consciente.